EL DUENDE NEGRO: Agachen las cabezas…la guadaña sigue girando…todos al pizarrón
Hola mis queridos brujos, brujas, elfinas, elfos, trolls, haditas, nereidas, gentiles, tuetués y cuanto esperpento hay en Macondo.
Qué quieren que les cuente…los efluvios del Vesubio, se portaron muy mal con este Duende, que llegando a Macondo lo arrojaron sin piedad a las mazmorras del lecho del cual no se puede levantar. Ni las pócimas, filtros, destilados y menjurjes preparados por las integrantes del aquelarre ariqueño, han logrado que este Duende se recupere.
Disculpen a los que dejé esperando anoche con la columna, pero era imposible escribir y coordinar…ahora, a duras penas, con Vanderweg también atacado por estos malignos «bichos», trataremos de entregarle lo que pasa en Macondo.
La inesperada partida de mi querida tía Loreto, a quien echaré mucho de menos, trajo consigo, lo que un general llamaría: «la noche de los cuchillos largos»…otros menos dotados, dirían «la noche de las puñaladas por la espalda»…otro menos violento, diría «la hora de los «orejeros»…aunque este Duende no cree en ninguna de las anteriores, se ve que hay movimiento en Velásquez 1775. De partida el nuevo capitán del buque, ha llamado a todos los «fusibles» (se dice que los seremis son los fusibles que deben quemarse cuando no se cumplen las políticas ni las metas establecidas) al pizarrón para que vean y digan dónde están y cómo van sus proyectos, sus gastos, etc.. La hora de la verdad…los fusibles resistieron el golpe y terminaron quemando el aparato principal, pero ahora no…solo se sabe que se acabó la existencia de «Cotolines», que han comprado algunos con cierta incontinencia evacuatoria temporal.
Cuentan en Velásquez 1775, que «alguien» muy bien respaldada parece «pulga en a oreja» de don Robert, indicando quien se queda y quien se va…ah, a propósito de mi visita a mi prima Amelia al Vesubio, supe que nunca los emperadores romanos bajaban el pulgar para decretar la muerte de alguien en el Coliseo por lo tanto diré que aquí se dice quien se va…nada de pulgar para arriba o para abajo…Contento estará nuestro querido amigo director del programa deportivo de radio Neura, ya que uno de los con tarjeta roja, fue el del Duende Negro «EL DUENDE NEGRO: “La mujer del César no solo debe serlo sino que…” aunque sea psicólogo«, también le siguió la jefa de Desarrollo Social…aunque igual le soplaron a Vanderweg, que iría tras la salida de un cierto abogado que se aferra con dientes uñas y muelas al cargo…Veremos que pasa con estos verdaderos gallitos que se están dando allí.
Mientras yo, me voy a mi covacha a acostarme porque estos bicharracos, me están llevando al Parque del Sendero…ya voy en la rotonda Juanito Guillén…Chau…si los bichos no dicen otra cosa, nos volvemos a encontrar el próximo martes aquí en AricaMia….Clarke…clarke.
EL DUENDE NEGRO
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